Historia Menciones

En la Librería Miguel Miranda tenemos una forma de trabajar encaminada a un único objetivo: la profesionalidad. También somos consumidores y conocemos perfectamente el desencanto y la mala experiencia de una compra que no ha salido como esperábamos. Esto es algo que sin duda queremos evitar a nuestros clientes dentro de lo posible. Por este motivo, pretendemos ofrecer un servicio a la altura de un establecimiento serio y con una larga trayectoria, basado en el código deontológico que se detalla a continuación.



Nuestras fichas bibliográficas están inspiradas en los cánones de la bilioteconomía oficial y ofrecen toda la información sobre los libros que vendemos. No hay en las mismas códigos incomprensibles, datos alterados u omisiones destacables, al menos mientras nosotros nos demos cuenta. Tampoco ofrecemos información excesiva o superflua, ajena al interés propio de la obra. Obviamente todos nuestros libros son usados, pero si existen defectos destacables los solemos describir minuciosamene, a veces incluso hasta el exceso. No solemos vender tomos sueltos y, de hacerlo, queda claramente expresado. Nuestro propósito es que el cliente pueda hacerse una idea lo más cercana posible de lo que está comprando, sin sorpresas.


Sabemos lo frustrante que es encontrar ese libro que llevabas tanto tiempo buscando para luego descubrir que está vendido; no digamos ya cuando sigue apareciendo a la venta durante meses en las bases de datos, pero se sabe que no está disponible. Por eso nosotros actualizamos con frecuencia. A veces hay libros que se vendieron tiempo atrás y no llegaron a darse de baja, otras veces pedidos sobre un mismo libro se solapan en cuestión de horas, por tanto es imposible asegurar una disponibilidad del 100%. Pero lo intentamos.


Habitualmente tenemos una unidad de cada libro, pero a veces hay dos, tres o más. Cuando esto ocurre y siempre que no se especifiquen precios distintos en función de la condición de los libros, siempre vamos a escoger el mejor para el cliente, como si él mismo lo eligiese de la estantería. Es lo que nos gustaría cuando compramos algo y por tanto así lo hacemos como vendedores. También nos esforzamos por restaurar y adecentar los libros dentro de lo posible antes de enviarlos, con el mismo cuidado y mimo que si fuesen para nosotros.


Cuando recibimos un pedido y debemos enviárselo al cliente, ante todo retractilamos los libros para preservarlos del polvo y rozaduras, y para compactarlos y evitar que se desgajen; después los empaquetamos apropiadamente con las defensas pertinentes para que no sufran daños en el tránsito. No nos gusta la idea de que un libro llegue a su destino deteriorado durante el transporte y, aunque no depende directamente de nosotros, hacemos todo lo posible por evitarlo.


Tenemos acuerdos con varias agencias de mensajería para ofrecer siempre a nuestros clientes el mejor servicio de envío posible, esto es rápido, a buen precio y, por supuesto, certificado. Por norma general y una vez confirmados los pedidos, realizamos la entrega a domicilio en un plazo de 24-48 horas para el ámbito nacional (islas consultar). Mientras no comprometa los costes, también utilizamos mensajería para envíos al extranjero con entrega en pocos días, o en todo caso correo aéreo certificado.